4
LA LLORONA
LA LLORONA
Oían cantar a Adonay por las noches y la confundían con La Llorona. La gente de Monteadentro guardaba los niños temprano. La oían cantar y el corazón se les desleía de ternura. Las mujeres temían por sus hombres. Trancaban puertas y ventanas y esperaban que el canto se alejara río abajo.
La sirena de agua dulce
Norma, Bogotá, 2001, p. 25
Textos inéditos
No hay comentarios:
Publicar un comentario