jueves, 28 de octubre de 2021

William Faulkner / El cochino



William Faulkner
EL COCHINO

El cochino se me metió en el maizal. Le eché el guante y se lo mandé. No tenía él una cerca con la que tenerlo bien sujeto. Yo ya se lo dije, ya iba avisado. La siguiente vez metí al cochino en mi corral. Cuando vino a recogerlo, le di alambre de sobra para que cercase bien su corral. A la vez siguiente, recogí al cochino y lo metí en mi corral. Fui a caballo hasta su casa y vi todo el alambre que le había dado yo enrollado y arrinconado en su parcela. Le dije que podía pasar a llevarse el cochino cuando me pagase una tasa de un dólar. Esa misma noche vino un negro con un dólar y se llevó el cochino. Era un negro un poco raro. Forastero, a lo mejor. Va y me dice: «Dice que le diga que la madera con el heno arde fácil». ¿Cómo dices?, le digo yo. «Pues eso, que me ha dicho que le diga que la madera con el heno arde fácil.» Esa misma noche me pegaron fuego al establo. Pude sacar lo que tenía dentro, aperos y animales, pero perdí el establo.
Faulkner / Incendiar establos






 

sábado, 23 de octubre de 2021

Dennis Cooper / El cerdo

 


Dennis Cooper
EL CERDO
Traducción de Diego Luis Sanromán

Cuando tenía dieciocho años, mi tío, que había sido pintor y, en consecuencia, mi héroe cuando yo era un crío, pero que luego se convirtió en una sanguijuela mujeriega y alcohólica que se refería a mí como el cerdo, se voló los sesos con una escopeta. 


Dennis Cooper
Ugly Man
Nueva York, Harper Collins, 2009

jueves, 21 de octubre de 2021

Dennis Cooper / Hacha


Dennis Cooper
HACHA
Traducción de Diego Luis Sanromán


Cuando tenía once años, estaba jugando con mis amigos entre los arbustos que había frente a mi casa. Queríamos cavar un hoyo, pero como no pude encontrar una pala en el trastero, utilizamos un hacha. Uno de mis amigos estaba dándole hachazos al suelo cuando inesperadamente surgí de entre los arbustos justo donde él hacía el agujero. El hacha me golpeó en plena cabeza, abriéndome una gran brecha y dejándome inconsciente. Mis amigos se asustaron y me abandonaron allí. Finalmente recuperé la conciencia, me di cuenta de que sangraba a borbotones por la cabeza, alargué la mano para ver qué pasaba y toqué lo que reconocí como mi cerebro al descubierto. Corrí hacía la puerta de nuestra casa y me llevaron a toda prisa al hospital. Los médicos me salvaron la vida, pero durante meses estuve postrado en cama con fuertes dolores. El chico que me había dado el hachazo estaba tan traumatizado que no volvió a mirarme a los ojos ni a hablarme nunca más. Se suicidó cuando tenía quince años.


Dennis Cooper
Ugly Man
Nueva York, Harper Collins, 2009



martes, 19 de octubre de 2021

Dennis Cooper / Niña


Dennis Cooper 

NIÑA

Traducción de Diego Luis Sanromán


Cuando tenía nueve años, pasé un mes en Texas con mi abuela durante las vacaciones de verano. Vivía junto a una iglesia y un día en la iglesia se celebró una boda. Me pasé por allí, yo solo, para asistir al festejo. Había una niña rubia más o menos de mi edad, con un vestido blanco emperifollado, encima de una pasarela bordeada de antorchas hawaianas encendidas. Pensé que era lo más hermoso que había visto nunca. La observaba maravillado cuando una de las antorchas se cayó y prendió su vestido. En menos de un segundo, todo su cuerpo estaba envuelto en llamas. Lo siguiente que recuerdo es que, 48 horas después, un oficial de policía me encontraba conmocionado bajo la casa de mi abuela. No sé si la niña sobrevivió o murió. 


Dennis Cooper
Ugly Man
Nueva York, Harper Collins, 2009

viernes, 15 de octubre de 2021

Dennis Cooper / El muerto

 

Portrait of a Dead Man by Damien Mammoliti



Dennis Cooper
EL MUERTO
Traducción de Diego Luis Sanromán

Cuando tenía trece años, quería ser arqueólogo. Mi padre conocía a un peruano rico que financiaba excavaciones arqueológicas, así que me enviaron a Perú para que pasase el verano con la familia de aquel hombre y trabajara en las excavaciones. Para llegar hasta el lugar de la excavación me veía obligado a hacer un largo viaje en un autobús muy viejo, siniestro y abarrotado de gente. Un día el autobús se detuvo en medio de ninguna parte con un brusco frenazo. El conductor se levantó y caminó hasta el fondo del autobús. Cuando regresó, llevaba lo que parecía un pasajero que había perdido el conocimiento. Al llegar a la altura de mi asiento, tropezó y el hombre que llevaba a cuestas cayó sobre mi regazo y sobre el regazo de la mujer que estaba sentada a mi lado. Entonces me di cuenta de que el hombre estaba muerto. Estaba frío y tenía un reconocible aspecto de muerto en la cara. El conductor se enderezó, cogió el cuerpo, caminó hasta la puerta del autobús y arrojó el cadáver a la cuneta. Después volvió a su asiento y siguió conduciendo. Los demás pasajeros actuaban como si no pasara nada, como si aquello ocurriese todos los días.


Dennis Cooper

Ugly Man

Nueva York, Harper Collins, 2009



 





martes, 12 de octubre de 2021

Jackie Collins / Lujuria


Jackie Collins
LUJURIA
Versión de Triunfo Arciniegas

Ella sonrió y él le devolvió la sonrisa. Fue lujuria a primera vista, pero luego descubrió que estaba casado. Lástima que no pudiera ir a ninguna parte.



LUST
By Jackie Collins

She smiled, he smiled back, it was lust at first sight, but then she discovered he was married, too bad it couldn't go anywhere.

Twitter fiction / 21 authors try their hand at 140-character novels
Jackie Collins / The reality of life in Joan’s shadow





sábado, 9 de octubre de 2021

Brian Barker / Broma

 



Brian Barker
BROMA
Versión de Triunfo Arciniegas



Los cuervos trabajaron toda la noche desmontando, y luego volviendo a montar, el coche de un hombre. Y al amanecer, el coche en el tejado de su casa, en perfecto estado de funcionamiento. El hombre sabía que no debía enfadarse. Se dirigió silbando a la acera, se subió a un coche imaginario, hizo algunos ruidos de motor y se fue a trabajar. Mientras dormía esa noche, los cuervos contraatacaron. Un hombre es más desordenado que un coche, y los cuervos se peleaban por saber qué iba a parar a cada sitio. A la mañana siguiente, los vecinos pensaron que era la cosa más condenada. Un coche en un tejado, con la radio a todo volumen. Un hombre apoyado detrás del volante, un brazo que terminaba en un pie colgando despreocupadamente de la ventana. Un culo en lugar de una cara, con gafas de sol, mirando al infinito cielo azul.

miércoles, 6 de octubre de 2021

Kjell Askildsen / En el café

 



Kjell Askildsen
En el café
Una de las últimas veces que estuve en un café fue un domingo de verano, lo recuerdo bien, porque casi todo el mundo iba en mangas de camisa y sin corbata, y pensé: tal vez no sea domingo, como yo creía, y el hecho de que pensara exactamente eso hace que me acuerde. Me senté en una mesa en medio del local, a mi alrededor había mucha gente tomando canapés y bollos, pero casi todas las mesas estaban ocupadas por una sola persona. Daba una gran impresión de soledad, y como llevaba mucho tiempo sin hablar con nadie, no me hubiera importado intercambiar unas cuantas palabras con alguien. Estuve meditando un buen rato sobre cómo hacerlo, pero cuanto más estudiaba las caras a mi alrededor, más difícil me parecía, era como si nadie tuviera mirada, desde luego el mundo se ha vuelto muy deprimente. Pero ya había tenido la idea de que sería agradable que alguien me dirigiera un par de palabras, de modo que seguí pensando, pues es lo único que sirve. Al cabo de un rato supe lo que haría. Dejé caer mi cartera al suelo fingiendo que no me daba cuenta. Quedó tirada junto a mi silla, completamente visible a la gente que estaba sentada cerca, y vi que muchos la miraban de reojo. Yo había pensado que tal vez una o dos personas se levantarían a recogerla y me la darían, pues soy un anciano, o al menos me gritarían, por ejemplo: «Se le ha caído la cartera». Si uno dejara de albergar esperanzas, se ahorraría un montón de decepciones. Estuve unos cuantos minutos mirando de reojo y esperando, y al final hice como si de repente me hubiera dado cuenta de que se me había caído. No me atreví a esperar más, pues me entró miedo de que alguno de aquellos mirones se abalanzara de pronto sobre la cartera y desapareciera con ella. Nadie podía estar completamente seguro de que no contuviera un montón de dinero, pues a veces los viejos no son pobres, incluso puede que sean ricos, así es el mundo, el que roba en la juventud o en los mejores años de su vida tendrá su recompensa en su vejez.
Así se ha vuelto la gente en los cafés, eso sí que lo aprendí, se aprende mientras se vive, aunque no sé de qué sirve, así, justo antes de morir.



viernes, 1 de octubre de 2021

Jeff Noon / Escher

Maurits Cornelis Escher


Jeff Noon
ESCHER

A Escher se le ocurrió un cuento que empezaba “A Escher se le ocurrió un cuento que empezaba “A Escher se le ocurrió un cuento que empezaba “A Escher…”””