Fotografía de Howard Schartz |
Ana María Shua
EL SUEÑO EMBARAZOSO
Hubo un mujer a quien un sueño embarazoso dejó preñada. La mujer no despertó, pero durante nueve meses todos vieron crecer su vientre dormido. El parto fue normal: el bebé es gordo, rosado y nítido. Sin embargo, cada vez que su madre despierta, se vuelve borroso, sus líneas se desdibujan, se lo distingue apenas de los pañales, de la batita, de la pañoleta que lo envuelve. Y pertenece otra vez, enteramente, al reino de su padre.
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