lunes, 28 de abril de 2025

Triunfo Arciniegas / La suerte del mensajero

 



Triunfo Arciniegas
LA SUERTE DEL MENSAJERO

El mensajero llegó con la noticia de que el rey era marica. “Como si no lo supiera”, suspiró la reina y una vez más se fue de compras a París. 

Alguien había visto al rey vestido de mujer en los bosques de San Julián el Hospitalario. Se sabía que compartía con la reina los tratamientos de belleza. El mismo cirujano les estiraba el pellejo y les implantaba por igual pelos importados de Suiza para combatir una calvicie galopante. A la reina, fornida y vivaracha, tetoncita y nalgona, loca de carnaval, le quedaba la opción de las pelucas. El rey no se  atrevía a tanto. Esmirriado y bizco, casi un enano, el pobre daba lástima. Las capas de maquillaje lo hacían ver aun más patético.

Así que cuando el mensajero llegó con la noticia no era como para sorprenderse. Sin embargo, los más acérrimos partidarios del rey lo trataron de traidor y desagradecido, y los tres ministros que con artimañas y mano dura sostenían el trono, esqueléticos y más calvos que bola de billar, feroces perros del terror, firmaron su sentencia de muerte.

El mensajero fue acuchillado treinta veces en el callejón de los ciegos, y el rey siguió divirtiéndose con los muchachos del puerto. 

Bogotá, 28 de abril de 2025


2 comentarios:

  1. Hermoso cuento, muy divertido y lleno de metáforas. Es como un bello poema que muestra los entresijos de una sociedad.
    Puede ser que no lo haya interpretado bien por mi ignorancia literaria, pero son mis impulsos.
    Me encantó admirado maestro.

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