David Cooper
Cuento judío
Un joven estaba enamorado de una hermosa princesa que vivía en una ciudad próxima. Él quería casarse con ella, pero la princesa le puso como condición que le llevara el corazón de su madre. El joven volvió a su casa y le arrancó el corazón a su madre mientras está dormía. Alegremente, atravesó los campos en busca de la princesa, pero como iba corriendo tropezó y cayó. El corazón saltó de su bolsillo y, mientras estaba caído en el suelo, le preguntó: “¿Te has hecho daño, hijo querido?”.
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