Ray Bradbury
LA MANO IZQUIERDA Y EL PIE DERECHO
1
Un meteorito surcó el espacio. Hollis miró hacia abajo y vio que no tenía mano izquierda.
La sangre brotaba a chorros. De repente, advirtió la falta de aire en su traje. El oxígeno que conservaba en los pulmones le permitió, sin embargo, hacer un nudo a la altura de su codo izquierdo, apretando la juntura y cerrando el escape. La rapidez del suceso no le dio tiempo a sorprenderse. Ninguna cosa podía sorprenderle en aquel momento. Ya cerrado el boquete, el aire volvió a llenar el traje en un instante. Y la sangre, que había brotado con tanta facilidad, quedó comprimida cuando Hollis apretó aún más el nudo, hasta convertirlo en un torniquete.
2
Un momento después descubrió que su pie derecho había desaparecido. Estuvo a punto de reír. El aire por segunda vez había escapado de su traje. Se inclinó rápidamente y vio salir la sangre. El meteorito había cortado la carne y el traje hasta el tobillo. Oh, la muerte en el espacio era humorística: te despedaza poco a poco, cual tétrico e invisible carnicero. Hollis apretó la válvula de la rodilla. Sentía dolor y mareo. Luchó por no perder la conciencia, apretó más la válvula y contuvo la sangre, conservando el aire que le quedaba. Se enderezó y prosiguió su caída. No podía hacer más.
“Calidoscopio”, El hombre ilustrado
HIS LEFT HAND AND HIS RIGHT FOOT
by Ray Bradbury
1
A meteor flashed by. Hollis looked down and his left hand was gone.
Blood spurted. Suddenly there was no air in his suit. He had enough air in his lungs to move his right hand over and twist a knob at his left elbow, tightening the joint and sealing the leak. It had happened so quickly that he was not surprised. Nothing surprised him any more. The air in the suit came back to normal in an instant now that the leak was sealed. And the blood that had flowed so swiftly was pressured as he fastened the knob yet tighter, until it made a tourniquet.
2
It was a second later that he discovered his right foot was cut sheer away. It almost made him laugh. The air was gone from his suit again. He bent quickly, and there was blood, and the meteor had taken flesh and suit away to the ankle. Oh, death in space was most humorous. It cut you away, piece by piece, like a black and invisible butcher. He tightened the valve at the knee, his head whirling into pain, fighting to remain aware, and with the valve tightened, the blood retained, the air kept, he straightened up and went on falling, falling, for that was all there was left to do.
“Kaleidoscope”, The Illustrated Man
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