Un León, viendo a un Perro de Lanas, estalló en carcajadas ante lo ridículo del espectáculo.
–¿Quién vio alguna vez una bestia tan pequeña? –dijo.
–Es muy cierto –dijo el Perro de Lanas, con austera dignidad– que soy pequeño; pero le ruego que tome nota, señor, de que soy puro perro.
–¿Quién vio alguna vez una bestia tan pequeña? –dijo.
–Es muy cierto –dijo el Perro de Lanas, con austera dignidad– que soy pequeño; pero le ruego que tome nota, señor, de que soy puro perro.
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