jueves, 17 de diciembre de 2020

John le Carré / Pobre Palfrey

 

La mujer del espejo, 1908
Oleo sobre tela
Henry Caro del Vaille

John le Carré
POBRE PALFREY

«Pobre Palfrey —me había dicho Hannah en uno de sus accesos de crueldad, contemplando en el espejo su desnudo cuerpo mientras tomaba a sorbos su vodka con tónica y se disponía a volver junto a su marido—. Con una memoria como la tuya, ¿cómo olvidarás jamás a una mujer como yo?»

John le Carré
La Casa Rusia
Círculo de Lectores, Bogotá, 1990, p. 97



jueves, 10 de diciembre de 2020

Mark Z. Danielewski / La cabra y el yunque


Mark Z. Danielewski
LA CABRA Y EL YUNQUE
Dos ancianos se encuentran un pozo que parece no tener fondo. Al borde del pozo, hay un yunque. Los ancianos tiran al pozo el yunque, que cae sin hacer ningún ruido. A los pocos segundos, ven una cabrita que se dirige corriendo al pozo y se tira adentro. Los ancianos siguen sin oír ningún ruido. Al cabo de un rato, aparece un granjero, que anda buscando la cabra y les pregunta a los ancianos si la han visto. Los ancianos responden que la han visto tirarse al pozo, a lo que el granjero contesta: “Imposible, si la tenía atada al yunque”.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Marcial Fernández / Hágase la luz






Marcial Fernández
Hágase la luz

La palabra posee magia. Digo noche y aparecen ojos coloridos a ras de cielo. Digo infierno y la sala se llena de bochorno. Digo mundo y aquí estamos, en la inmensidad de un microrrelato.



 

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Dalton Trevisan / Amputaciones



Dalton Trevisan
Amputaciones

Por haber jugado con el ventilador, la niña tiene la punta amputada del meñique.

Desde entonces las tres muñecas, de castigo, tienen el mismo dedo cortado con tijeras.




sábado, 17 de octubre de 2020

Louise Glück / Dos mujeres

 


Louise Glück
DOS MUJERES

Dos mujeres vinieron con el mismo reclamo a los pies del sabio rey. Dos mujeres, pero solo un bebé.




A Fable
by Louise Glück


Two women with
the same claim
came to the feet of
the wise king. Two women,
but only one baby.
The king knew
someone was lying.
What he said was
Let the child be
cut in half; that way
no one will go
empty-handed. He
drew his sword.
Then, of the two
women, one
renounced her share:
this was
the sign, the lesson.
Suppose
you saw your mother
torn between two daughters:
what could you do
to save her but be
willing to destroy
yourself—she would know
who was the rightful child,
the one who couldn’t bear
to divide the mother.




martes, 6 de octubre de 2020

Ambrose Bierce / El perro y el médico






Ambrose Bierce
El perro y el médico

Un perro que vio a un médico asistir al entierro de un adinerado paciente dijo:

—¿Cuándo espera desenterrarlo?

—¿Por qué habría de desenterrarlo? —preguntó el médico.

—Cuando entierro un hueso —dijo el perro—, es con la intención de destaparlo más tarde y roerlo.

—Los huesos que yo entierro —dijo el médico— son los que ya no puedo roer.




viernes, 4 de septiembre de 2020

Martín Buber / El descuido


Martín Buber
EL DESCUIDO


Cuentan:
El rabí Elimelekl estaba cenando con sus discípulos. El criado le trajo un plato de sopa. El rabí lo volvió y la sopa se derramó sobre la mesa. El joven Mendel, que sería rabí de Rimanov, exclamó:
-Rabí, ¿qué has hecho? Nos mandarán a todos a la cárcel.
Los otros discípulos sonrieron y se hubieran reído abiertamente, pero la presencia del maestro los contuvo. Éste, sin embargo, no sonrió. Movió afirmativamente la cabeza y dijo a Mendel:
-No temas, hijo mío.
Algún tiempo después se supo que en aquel día un edicto dirigido contra los judíos de todo el país había sido presentado al emperador para que lo firmara. Repetidas veces el emperador había tomado la pluma, pero algo siempre lo interrumpía. Finalmente firmó. Extendió la mano hacia la arena de secar, pero tomó por error el tintero y lo volcó sobre el papel. Entonces lo rompió y prohibió que se lo trajeran de nuevo.

domingo, 23 de agosto de 2020

Tobias Wolff / Guy




Tobias Wolff
GUY

Cuando sus chicos eran jóvenes, Guy Bishop adquirió el hábito de detenerse en su cuarto todas las noches al ir a la cama. Bajaba la vista hacia donde dormían, y luego se sentaba en la mecedora y le oía respirar. Era un hombre que siempre había ido de una cosa a otra, de sitio a sitio, de empleo a empleo, y, desde su matrimonio, hasta de mujer en mujer. Pero cuando se sentaba en la oscuridad entre sus dos hijos dormidos no sentía deseo de moverse.


En ocasiones, porque le parecía poco natural, esta paz que sentía le daba miedo. El mayor miedo que tenía era que, por querer tanto a sus hijos, en cierto modo les estuviera poniendo en peligro, llevándolos por el mal camino. A veces sabía con certeza que les acechaba algún mal. A medida que los chicos se hacían mayores notaba este miedo con menor frecuencia, pero todavía le asaltaba de vez en cuando. Entonces trataba de imaginar qué forma tomaría el mal, de qué dirección vendría. Cuando tenía estos pensamientos Guy Bishop cerraba los ojos, daba un meneo a la cabeza y ocupaba la mente con un asunto más agradable.

Estaba viéndose con una mujer. Lo pasaban bien juntos y eso era todo lo que ambos querían, al menos en un principio. Después empezaron a sentirse muy mal cuando estaban separados el uno del otro. Acordaron dejarlo, pero no pudieron. En un determinado momento pensó en matarse, pero la mujer le hizo prometer que no lo haría. Cuando ya no lo pudo soportar más dejó a su familia y se fue a vivir con ella.


Tobias Wolff

Ladrón de cuarteles





jueves, 20 de agosto de 2020

Elizabeth Taylor / Palomas

Pin by Moose on . . . . 018 | Animal drawings, Drawings, Cute art

Elizabeth Taylor
PALOMAS



Hacia el final del discurso del novio, la novia se hizo a un lado y, por una abertura que había en la carpa, comenzó a arrojar migas de la tarta de boda a las palomas que había fuera. Lo hizo algo abstraída, y empezaron a llegar más palomas, que desde su casa de madera aterrizaban sobre los establos. Causó un ligero y divertido revuelo entre los invitados, pero ella no se dio cuenta. Su marido se sintió avergonzado y pensó que era demasiado pronto en su vida de casados como para sentirse así; pero de eso ella tampoco se dio cuenta.

Elizabeth Taylor
Un alma cándida

DRAGON

viernes, 26 de junio de 2020

Triunfo Arciniegas / Una bendición

Pin en Ilustraciones
Ilustración de Sara Herranz

Triunfo Arciniegas
UNA BENDICIÓN

Con estos tiempos tan jodidos. Mi marido es sicario, por ejemplo. Al menos tiene trabajo.


26 de junio de 2020


martes, 23 de junio de 2020

Liudmila Petrushévskaia / Los dos fuegos


Días como serpientes, 2020
Triunfo Arciniegas

Liudmila Petrushévskaia
LOS DOS FUEGOS


Podría tomar la iniciativa. Es una maniobra clásica: salir al encuentro del enemigo. Como cuando, en el bosque, se provoca un incendio para combatir otro incendio: si se cruzan en el punto adecuado, los dos fuegos se apagan.

Liudmila Petrushévskaia

Érase una vez una mujer que quería matar al bebé de su vecina
Atalanta, Vilaür, 2011, p. 159.

jueves, 18 de junio de 2020

Borges / Abel y Caín


Cain and Abel- The Duality of Man' | Pinturas, Cain y abel, Arte

sábado, 6 de junio de 2020

Marc Behm / Ladrón de tiendas

Indigo Art – Originals and Limited Fine Art in Knowle, Solihull ...

Marc Behm
LADRÓN DE TIENDAS

Mi padre era un famoso ladrón de tiendas La Interpol, Scotland Yard y el FBI lo persiguieron durante años. Pero nunca podían agarrarlo. Era demasiado astuto. Entonces, una noche… ¿Me oyes? Entonces, unas Navidades, cayó muerto en unos grandes almacenes, con los bolsillos repletos de joyas robadas. Así es como lo pillaron. Finalmente lo cazaron. Pero ya era demasiado tarde. Simplemente murió. Lo último que dijo fue «Feliz Navidad». Y pasó a mejor vida, burlándoles en su castigo.

Marc Behm, La mirada del observador, cap. 18




jueves, 4 de junio de 2020

Marc Behm / De puerta en puerta

Vector de Mujer Armada - Todo Vector
Marc Behm
DE PUERTA EN PUERTA

El Ojo oyó a alguien golpear débilmente la puerta del apartamento de al lado.
    —¿Sí? —voceó un hombre—. ¿Qué hay?
    —¿Puedo entrar un minuto, por favor? —preguntó Joanna.
    El Ojo miró por la ventana. Ella estaba de pie frente a la puerta, con una mano detrás de la espalda. La puerta se abrió y el hombre le sonrió abiertamente.
    —¡Vaya, por supuesto, entre! —exclamó—. ¡Venga, adelante!
    El Ojo oyó el exaltado ¡poooooof! del silenciador cuando ella le disparó en la cara. El cuerpo cayó hacia atrás con estrépito en la habitación. Fue al apartamento de al lado, y llamó a la puerta.
    —¿Qué pasa? —gritó otro hombre.
    —Por favor, déjeme pasar —suplicó ella.
    Aquella noche mató a siete hombres.


Marc Behm

La mirada del observador, cap. 15

martes, 2 de junio de 2020

Pierre Lamaitre / Sophie Duguet


Reseña de "Irène , (Un caso del comandante Camille Verhoeven 1 ...

Pierre Lemaitre
SOPHIE DUGUET


Sophie Duguet no entiende qué le sucede: pierde objetos, olvida situaciones, es detenida en un supermercado por pequeños robos que no recuerda haber cometido. Y los cadáveres comienzan a acumularse a su alrededor.

Pierre Lemaitre
Vestido de novia



domingo, 24 de mayo de 2020

Lily King / Conchas




Lily King
CONCHAS     
Hoy por fin he entendido una de sus bromas. Estaba observando cómo tejían las mosquiteras en la segunda casa de las mujeres. Me he sentado junto a una mujer llamada Tadi y le he preguntado qué haría con las conchas que había ganado, y ella me ha contestado que su marido las usaría para comprarse otra esposa. «No puedo tejer este saco de mosquitera lo suficientemente rápido», me dijo. Todas nos caímos al suelo de la risa.  
Lily King
Euforia, capítulo 9
Ediciones Malpaso, 2016






martes, 19 de mayo de 2020

Lily King / La mujer y la luna




Lily King
LA MUJER Y LA LUNA
Había una vez un hombre mumbanyo que quería matar a la luna. Había descubierto que su mujer sangraba cada mes y la acusó de tener otro marido. Ella se rio y le dijo que todas las mujeres están casadas con la luna. «Mataré a esa luna», decidió el hombre, y se subió en su canoa. Al cabo de muchos días llegó al árbol al que está atada la luna con una cuerda de rafia y desde el que salta cada noche al cielo. «Baja para que te pueda matar —le dijo el hombre a la luna—, que me has robado la esposa.» La luna se rio. «Todas las mujeres son primero esposas mías —dijo la luna—. Así que eres tú quien me ha robado la esposa.» Eso hizo enfurecer aún más al hombre, que trepó hasta la rama más alta del árbol y tiró de la cuerda de rafia. Ésta no se movió, así que se puso a trepar por ella hacia la luna. Muy pronto empezaron a pesarle los brazos y, aunque se había alejado del árbol, seguía sin estar cerca de la luna. «Suéltate», le dijo la luna. Y el hombre, que ya no tenía fuerzas, se soltó y cayó directamente en su canoa, y remó de vuelta a casa, para compartir a su mujer con la luna, como hacían todos los hombres.

Lily King
Euforia
Malpaso Ediciones, 2016




martes, 12 de mayo de 2020

Ana María Shua / Huevos fritos


Huevo de pascua, huevo frito, formatos de archivo de imagen ...

Ana María Shua
108
HUEVOS FRITOS

Yo contra los huevos fritos no tengo nada. Son ellos los que me miran con asombro, desorbitados.


Ana María Machado
La sueñera
Minotauro, 1984

El mejor huevo frito según Ruperto de Nola - La Tercera

108
FRIED EGGS
By Ana María Shua

I have nothing against fried eggs. They're the ones who look at me with amazement, terrified, wide-eyed.






sábado, 9 de mayo de 2020

Oscar Torres / Vampiro


papillon | Bombillas, Focos y Surrealismo fotografia

VAMPIRO

Óscar Torres
    

LA polilla, toca una y otra vez, la bombilla que ilumina tenuemente el cuarto de mi salón.
    Su zumbido se mezcla con su inquieta sombra, en un vaivén de luz y oscuridad, que se proyecta sobre las paredes.
    Luz.
    Oscuridad.
    Ansiedad.
    Deseo.
    Las tripas rugen.
    Observo mis dedos. Se están quedando cada vez más azulados. ¿Cuándo perdí mi humanidad? ¿Dónde está mi cuerpo y alma?
    Mente en blanco.
    Vuelvo la vista a la mesa.
    Sujeto el cuchillo y el tenedor e intento cortar la carne que tengo delante.
    El pulso me tiembla. La polilla vuelve. Intento olvidarla. Solo es un fantasma. No existe. No hay sombras. Solo luz.
    El acero del cuchillo chirría en el plato. Me llevo un buen trozo a la boca. Tengo seco el paladar. Me entran nauseas de sólo pensar en comer algo cocinado.
    Lo escupo. No soy capaz de tragarlo.
    Vuelve otra vez. Veo su sombra desdibujada en las paredes. Tengo hambre, no aguanto más. Un espasmo doloroso me recorre desde estómago hasta la garganta. Hace días que no salgo a cazar.
    Estoy jodido. Esta vez sí que moriré de inanición.
    Una sombra se mueve en el fondo de la habitación y viene hacia a mí.
    ¿Será ella? ¿O un fantasma?
    No, es Jhonsie, mi gato siamés.
    Salta a la mesa y se acerca con curiosidad a mi plato. Olfatea la carne y levanta la vista. Se queda mirando con sus grandes ojos azules llenos de curiosidad. Me maúlla. Él también tiene hambre.
    La polilla vuelve golpear mí conciencia.
    La sombra que se proyecta borra la poca humanidad que me quedaba.
    Miro a mí gato. Se humedecen los labios.



viernes, 17 de abril de 2020

Triunfo Arciniegas / Pequeños cuerpos





Triunfo Arciniegas
PEQUEÑOS CUERPOS

Los niños entraron a la casa y destrozaron las jaulas. La mujer encontró los cuerpos muertos y enloqueció. Los pájaros no regresaron.

Triunfo Arciniegas
NOTICIAS DE LA NIEBLA



domingo, 12 de abril de 2020

jueves, 9 de abril de 2020

Triunfo Arciniegas / El juego




Triunfo Arciniegas
EL JUEGO

Como no admiten mujeres en el salón de juegos, los hombres cuelgan  la suya en el ropero y la reclaman al final de la jornada. A veces, debido a la embriaguez o el cansancio, la desilusión de la derrota o el éxtasis de la victoria, se confunden de mujer y se llevan la del prójimo a casa hasta el siguiente juego.



sábado, 4 de abril de 2020

Triunfo Arciniegas / Conversación

Ilustración de Triunfo Arciniegas


Triunfo Arciniegas
CONVERSACIÓN

No entiendo. Si mi madre me quiere tanto, por qué los otros se apartan con asco. Le pregunto por qué no tienen estas garras y estos pelos y, molesta, me lanza un picotazo.

México, 11 de diciembre de 2013


martes, 31 de marzo de 2020

Triunfo Arciniegas / Viuda feliz

Espantado de todo, 2018
Pedro Pablo Oliva


Triunfo Arciniegas
VIUDA FELIZ

Aunque se le enfría el café y se le apaga el tabaco, se ve tan tranquilo mi marido desde que lo trajo el taxidermista.

México, 16 de diciembre de 2013


jueves, 26 de marzo de 2020

Triunfo Arciniegas / La ceremonia del adiós




Triunfo Arciniegas
LA CEREMONIA DEL ADIÓS


La carne muerta no es lo suyo. Nos devora despacio, tanto que una semana después nadie podría reconocerse frente al espejo. Si hubiera espejos. Si hubiera luz. Nos ha repartido en diversas y profundas cuevas. Sin piel, sin dedos, aún seguimos con vida, para deleite suyo, y percibimos la respiración pedregosa y el asqueroso aliento mientras prosigue la amorosa tarea de exterminarnos.

2 de febrero de 2020