sábado, 30 de abril de 2011

Luis Fernando Macías / Agua de sueño

Fotografía de Jock Sturges

Luis Fernando Macías

La niña que, en su casa, llevaba un cubo de agua y apareció de pronto en el desierto, se dijo:
—Juraría que iba a bañarme.


martes, 26 de abril de 2011

Augusto Monterroso / El espejo que no podía dormir


Jeune fille devant au miror
Muchacha joven delante de un espejo
Boisgeloup, 14 de marzo de 1932
Nueva York, The Museum of Modern Art
Donación Mrs. Simon Guggenheim
Pablo Picasso

Augusto Monterroso
EL ESPEJO QUE NO PODÍA DORMIR

Había una vez un espejo de mano que cuando se quedaba solo y nadie se veía en él se sentía de lo peor, como que no existía, y quizá tenía razón; pero los otros espejos se burlaban de él, y cuando por las noches los guardaban en el mismo cajón del tocador dormían a pierna suelta satisfechos, ajenos a la preocupación del neurótico.





domingo, 24 de abril de 2011

Pere Calders / Confesión


Pere Calders
CONFESIÓN

Mi novia me dijo que un pecho sí, pero que el otro no, porque lo tenía apalabrado. Colérico y egoísta, perdí el único que estaba disponible.



viernes, 22 de abril de 2011

Charles Manson / El trueque


Charles Manson
EL TRUEQUE

Cuentan que mamá estaba en un café una tarde. Yo estaba en su regazo. La camarera entre bromas dijo que me compraría. “Una jarra de cerveza y es tuyo”, dijo mamá. La camarera trajo la cerveza y mamá salió del lugar sin mí. Días después, mi tía tuvo que buscar a la camarera por todo el pueblo para traerme de regreso.


miércoles, 20 de abril de 2011

Mario Mendoza / Cuento de Navidad

Sam Jinks
Mario Mendoza
CUENTO DE NAVIDAD

Faltan unos minutos para la medianoche. El lugar parece una bodega abandonada, unos talleres fuera de servicio o una antigua estación ferroviaria, pues a lo lejos se escucha el ruido característico de un tren de carga. Un hombre está amarrado a un asiento. Su rostro está descompuesto por el pánico: la piel amarilla, los ojos inyectados en sangre, una barba de varios días cubre sus mejillas, dos ojeras le hunden la mirada de mala manera y la comisura de los labios le tiembla nerviosamente. A su lado, un joven con pantalones anchos y gorro de lana hace el papel de guardián con un revólver en la mano.
         Una puerta se abre al fondo y entra otro muchacho. Dice con prisa, atropellando las palabras:
         —Listo, tenemos que hacerlo.
         —¿Dieron la orden? —pregunta el primero.
—Sí, salgamos de esto rápido.
El prisionero suplica, llora, ruega, ofrece dinero a sus victimarios. Los jóvenes se juegan con una moneda el papel de verdugo a un cara o sello. Pierde el joven guardián, revisa las balas en el tambor de su revólver y acerca el arma a la sien del prisionero. Cuando va a tirar del gatillo se escuchan fuegos artificiales y el lugar se ilumina de pronto con luces multicolores y fantasmagóricas. El sicario desvía la mirada y sus ojos se pierden allá lejos, detrás de la ventana. Baja el revólver y dice:
—Lo hacemos mañana. Hoy es Navidad.






lunes, 18 de abril de 2011

domingo, 17 de abril de 2011

Héctor Rojas Herazo / Un agujero

Fotografía de Chema Madoz

Héctor Rojas Herazo
UN AGUJERO

Le pregunto al tendero gordo, con toda seriedad:
—¿Usted es Dios, señor?
Y él me responde, mientras corta trocitos de jamón, mientras mueren poco a poco sus ojos:
—No, no soy Dios, pero sí lo conozco.
—¿Cómo es él? —le pregunto.
Y él me responde:
—Es así.
Y me da su tamaño, su peso, sus medidas.  


viernes, 15 de abril de 2011

jueves, 14 de abril de 2011

Fanny Buitrago / Los noctuidos

Mapplethorpe

Fanny Buitrago
LOS NOCTUIDOS

Hay ciertos insectos que nacen al amparo de la noche cerrada. Crecen, procrean y mueren antes del amanecer. Nunca llegan al día de mañana. Sin embargo, experimentan segundo a segundo, la intensa agonía de vivir, se aparean con trepidante gozo y luchan ferozmente para conservar sus territorios vitales, sus lujosas pertenencias: el lomo de una hoja, la cresta moteada de un hongo o el efímero esplendor del musgo tierno besado por la lluvia.
Quizá —instintivamente— en un punto ciego entre la muerte implacable antes del estallido del sol matinal y la promesa infinita, telúrica, de la evolución hacia un estado superior, dichos insectos se frotan las patas lanzándose a una lucha fratricida. Envanecidos con la tentación de liquidar a sus semejantes y dominar el mundo.

martes, 12 de abril de 2011

Lorenç Villalonga / Un milagro

Fotografía de Anja Millen

Lorenç Villalonga
UN MILAGRO

Le habían asegurado que la Sagrada Imagen retornaría el movimiento al brazo paralizado y la señora tenía mucha fe. ¡Lo que consigue la fe! La señora entró temblando en la misteriosa cueva y fue tan intensa su emoción que enmudeció para siempre. Del brazo no curó porque era incurable.


jueves, 7 de abril de 2011

Gonzalo Arango / La monja y el río


Fotografía de Zena Holloway

Gonzalo Arango
LA MONJA Y EL RÍO

Nunca pude escribir la historia de esa monjita de Pereira  que me contó el doctor Uribe. Era sobre una niñita que había quedado huérfana a los dos años, y desde entonces vivía enclaustrada en el convento, sin ver el mundo. Ahora tenía veinte, y estaba enferma, y quizá iba a morir. Al convento sólo podía entrar un hombre, y eso en casos desesperados. Ese hombre era mi amigo, el médico, una especie de patriarca, el único mortal con licencia para penetrar en aquellos muros inexpugnables. Cuando examinó a la monjita en su lecho, ella tenía el rostro oculto tras un velo negro, como usan las mujeres en Oriente. A través del velo se podía adivinar una belleza lánguida que lentamente se extinguía en la fiebre. El médico, que sólo hacía preguntas profesionales, se atrevió a preguntar a la monjita algo que lindaba en los terrenos de la poesía, y que podía quedar como la expresión de su última voluntad. Era esto:
—Monjita, ¿qué es lo que más te gustaría conocer del mundo de afuera?
Y ella contestó dulcemente:
—Un río.


Gonzalo Arango
Obra Negra
Buenos Aires, Ediciones Carlos Lohlé, 1974

miércoles, 6 de abril de 2011

Nathaniel Hawthorne / Acontecimiento


Nathaniel Hawthorne
ACONTECIMIENTO

Dos personas esperan en la calle un acontecimiento y la aparición de los principales actores. El acontecimiento ya está ocurriendo y ellos son los actores.

Nathaniel Hawthorne / El testamento


martes, 5 de abril de 2011

Guillermo Cabrera Infante / Dolores zeugmáticos


Guillermo Cabrera Infante
DOLORES ZEUGMÁTICOS

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra.

Guillermo Cabrera Infante
Exorcismos de esti(l)o

lunes, 4 de abril de 2011

Oscar Wilde / Los nuevos hermanos siameses

Ilustración de Adam Neate

Oscar Wilde

LOS NUEVOS HERMANOS SIAMESES

Era una mujer que tuvo dos hijos gemelos y unidos a lo largo de todo el costado.
           -No podrán vivir -dijo un doctor.
           -No podrán vivir -dijo el otro.
           Así quedaron desahuciados los nuevos hermanos siameses.
            Sin embargo, un hombre con fantasía y suficencia, que se enteró del caso, dijo:
           -Podrán vivir... Pero es menester que no se amen, sino que, por el contrario, se odien, se detesten.
           Y dedicándose a la tarea de curarlos, les enseñó la envidia, el rencor, los celos, soplando al oído del uno y del otro las más calumniosas razones contra el uno y contra el otro, y así el corazón se fue repartiendo en dos corazones, y un día de un sencillo tirón los desgajó y los hizo vivir muchos años separados.


domingo, 3 de abril de 2011

Hemingway / Zapatos


Ernest Hemingway
BIOGRAFÍA
ZAPATOS
Se venden: zapatos para bebé, sin usar.


Ernest Hemingway
SHOES
For sale: baby shoes, never worn


viernes, 1 de abril de 2011

Harold Kremer / El combate

Fotografía de Karina Marandjian

Harold Kremer
BIOGRAFÍA
EL COMBATE

Fue en la guerra de los Mil Días. Raúl Sánchez, con una bala en el estómago, caminó durante tres días y tres noches. Se arrastró por montes y selvas hasta llegar a Buga. Entró a su casa, besó a su madre, a sus hermanas y se desmayó. A los dos días despertó. Vio a sus compañeros de guerra y preguntó por su madre y sus hermanas. Nadie le respondió. Preguntó por qué estaba allí en el campo de batalla. Le respondieron la verdad: iba a morir. Le dieron un calmante y volvió a dormir. Al despertar se encontró en su casa. Preguntó por sus compañeros. “Cuando ibas a partir a la guerra caíste enfermo”, le dijo su madre. Raúl cerró los ojos y murió.

Fotografía de Siro Anton

THE BATTLE
By Harold Kremer

Translated from Spanish by Jennifer Gabrielle Edwards


It happened during the thousand day war. Raul Sanchez, with a bullet in his stomach, walked for three days and three nights. He struggled up and down mountains and through jungles until he arrived in Buga. He entered his house, kissed his mother and his sisters and then he fainted. Three days later, he woke up: he saw his comrades in arms and asked about his mother and his sisters. No one answered him. He asked why he was there, on the battlefield. They told him the truth: that he was dying. They gave him an anesthetic and he fell asleep. When he woke up, he was in his house. He asked about his comrades in arms. “When you were about to leave to go to war, you fell ill,” his mother told him. Raul closed his eyes and died.