Mariana Enriquez
After Charlotte Moorman
En 1967, Charlotte Moorman fue presa por tocar el violloncello “parcialmente desnuda”, según las autoridades. Estaba ejecutando la Opera Sextronique de Nam June Paik, el músico coreano; Paik también fue detenido. Él tocaba el cello arrodillado frente a Charlotte. En consecuencia, echaron a Charlotte de la Orquesta Sinfónica de los Estados Unidos. En 1972 ejecutó una pieza llamada “Ice Music For London”, de Jim McWilliams, también desnuda; el cello estaba hecho de hielo y aunque mientras tocaba no sentía nada, porque el instrumento se derretía y ella estaba en placer pleno, al otro día descubrió que el hielo le había quemado la piel. “Estaba destruída”, contó. “Me quemaba, mi seno izquierdo estaba en llamas, sufría. Así que fui a la farmacia, pero no podía decirle que había estado tocando un cello de hielo, así que le dije ‘mi marido y yo quedamos atrapados en los Alpes, expuestos a la nieve muchas horas’”. Casi una premonición: Charlotte supo poco después que tenía cáncer de mama. Sobrevivió 13 años y siguió tocando, incluso después de una mastectomía. Cuando se estaba muriendo, en la cama de hospital, le dijo a su marido –y fue lo último que dijo--: “No tires nada”. Así sobrevivieron en su departamento de Manhattan el cello que hizo con televisores y el que diseñó con jeringas, un recuerdo tenebroso y exquisito de su enfermedad.
El año de la rata
Libros del Zorro Rojo / Ediciones Alboroto, 2021
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