El remordimiento
Nadie supo jamás que Noé buscó desesperadamente el olvido en la borrachera del vino, porque el día gris en que el hambre y la desesperación empaparon al arca, él, en lo más oscuro de la bodega, había devorado la pareja de animales refulgentes de corazón dorado, capaces de cantar y con la facultad para contar historias por medio del baile. Eran los dos animales más bellos del mundo.
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