James Thurber
La mosca medio inteligente
Traducción de Juan Ledo
“Una gran araña tejió en una casa vieja una bonita telaraña para cazar moscas. Cada vez que una mosca caía en la trampa, quedaba atrapada en ella y entonces la araña se apresuraba en devorarla, para que la siguiente mosca que pululara por allí creyera que se trataba de un lugar tranquilo y seguro donde descansar. Cierto día una mosca nada tonta zumbaba sobre la telaraña durante tanto rato sin atreverse a posarse en ella, que la araña apareció y trató de convencerla:
—Ven, párate aquí, no tengas miedo.
Pero la mosca era más lista que ella y contestó:
—Nunca me poso donde no hay más moscas, y aquí no veo ninguna—, y se marchó hasta finalmente encontrar un lugar donde había un gran número de congéneres.
Estaba a punto de llegarse a ellas, una abeja la advirtió:
—¡Cuidado, estúpida! Eso es papel atrapamoscas. Ahora esas pobres están presas y no pueden escapar!
—¿Presas? No seas tonta ¡Sencillamente están bailando!
Y allí se posó, para quedarse tan pegada al papel como sus compañeras.
—Ven, párate aquí, no tengas miedo.
Pero la mosca era más lista que ella y contestó:
—Nunca me poso donde no hay más moscas, y aquí no veo ninguna—, y se marchó hasta finalmente encontrar un lugar donde había un gran número de congéneres.
Estaba a punto de llegarse a ellas, una abeja la advirtió:
—¡Cuidado, estúpida! Eso es papel atrapamoscas. Ahora esas pobres están presas y no pueden escapar!
—¿Presas? No seas tonta ¡Sencillamente están bailando!
Y allí se posó, para quedarse tan pegada al papel como sus compañeras.
Moraleja: Ni el número da la seguridad ni ninguna otra cosa.
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