miércoles, 6 de mayo de 2015

Raúl Brasca / Sabiduría



Raúl Brasca
Sabiduría

Él citó a Canetti, dijo: “la felicidad, ese despreciable objetivo vital de los analfabetos”. Ella se encogió de hombros, lo amaba, admiraba su desapego de todas las formas de consuelo, su obstinación en desmantelar las trampas, su afán por ser en la verdad absoluta. Pero pensaba que la felicidad bien valía el analfabetismo.



1 comentario:

  1. Él minusvalora la felicidad, la menosprecia casi en su afán de ser sesudo. Ella prefiere ser feliz a ser sesuda. Parece que después de todo el más sesudo no es el que opta siempre por las opciones más sensatas. (Sólo dar mi explicación :)).

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