Los ojos del lobo Ilustración de Triunfo Arciniegas |
Braulio Arenas
LOBO Y PASTOR
Un pastor se encuentra con un lobo.
—¡Qué hermosa dentadura tiene usted señor lobo! —le dice.
—¡Oh!—responde el lobo—, mi dentadura no vale gran cosa, pues es una dentadura postiza.
—Confesión por confesión entonces —dice el pastor—: si su dentadura es postiza yo puedo confesarle que no soy pastor: soy oveja.
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