LA TROMPETA AFILADA DEL SEGUNDO ÁNGEL
El día que Xosefina Hermelinda García-Teixeira Pérez cumplió doscientos veintitrés años, decidió que la muerte se había olvidado de ella definitivamente, que era el momento de dejar de ser la vieja que había sido durante un siglo y medio y empezar de nuevo. Así que bajó a la peluquería de la esquina a arreglarse el pelo y hacerse la manicura, y regresó a casa dos horas después hecha una niña de once años.
Murió al cabo de un mes, del segundo sarampión de su vida.
Samuel Solleiro
Elegías a Dios y al Diablo
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