Fotografía de Philippe Berthier |
Antonio Sarabia
Esta mañana contemplé aterrado a mi sombra caer en sentido contrario a la de todas las cosas. El sol mediaba en el horizonte y mi sombra se extendía insumisa, subversiva, tenaz, al revés de las de la gente, los árboles y las casas. Corrí a meterme bajo un techo cualquiera para que nadie notara mi predicamento.
Me he adelantado otra vez, pensé. Y me puse a la hora.
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