—No existirás ya más para mí ni para nadie —dijo la ofendida Luisa a Pedro—. Te olvidaré tan intensamente que dejarás de existir.
Y lo olvidó tan intensamente que Pedro ya no existió más.
Pero, como Luisa ya era solamente un recuerdo de Pedro, a su vez desapareció del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario