LA DICHA DE ESTRENAR ROPA
En otra ocasión, de visita en casa de Hortensia la costurera, las niñas se probaban ante el espejo sus vestidos nuevos, y con risas y gesticulaciones entusiastas compartían con sus reflejos la dicha de estrenar ropa. Mi madre pagó el valor de la hechura a la modista y se despidió satisfecha de poder vestir a sus dos hijas obtenidas por la gracia de Dios. En la puerta escuchó unas voces que la llamaban, se detuvo y vio que del espejo salían los reflejos y tras adquirir cuerpo y alma corrieron a alcanzarla. Esa vez mi madre regresó a casa con cuatro Cordelias.
Adela Fernández / Cordelias
Adela Fernández / Cordelias
Adela Fernández
Duermevelas
Editorial Katún, México, D.F, 1986, p. 16
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