José Luis Carabés
DÉBITO CONYUGAL
Por desgracia me enteré de que en la familia de mi esposa abundan los locos y los débiles mentales hasta que ya estaba casado.
La posibilidad de preñarle un hijo mongoloide acabó con mi libido matrimonial.
Histérica y desnuda me exigía el cumplimiento del débito conyugal.
-Soy tu esposa, eres mi hombre -me gritaba.
Yo sufría el terror de su amenazadora gravidez.
Estoy en deuda con ella. Le adeudo un mongoloide.
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