sábado, 10 de noviembre de 2012

José Vasconcelos / Ya le tocaba



José Vasconcelos
YA LE TOCABA

De ese Urbina (el compadre y lugarteniente de Pancho Villa) se contaba que invitó a comer a un compadre que acababa de vender unas mulas. Y a los postres, Urbina, ya borracho, seguía brindando mientras enlazaba con el brazo derecho la espalda de su compadre. Hacía calor y el compadre se llevó la mano a la bolsa de atrás del pantalón, para sacar la” mascada’, pañolón colorado de los rancheros.
Urbina, en su delirio de sangre y alcohol, imaginó que el compadre sacaba la pistola, y adelantándose, sin dejar de abrazarlo, con la izquierda le perforó de un tiro el corazón. Cayó el compadre muerto, y cuando lo extendieron sobre el pavimiento, en su mano crispada sólo apareció el pañuelo . . . Viendo lo cual, Urbina se echó a llorar y decía:
—¡Pobrecito de mi compadre! Es que ya le tocaba…



No hay comentarios:

Publicar un comentario