Esteban Dublín
CURIOSIDAD
Yo estaba petrificada. Mi marido llegó a la casa preocupado, angustiado, mirando de un lado para otro. Dijo que debíamos salir de la ciudad, que ese lugar no era para nosotros. Empacamos nuestras cosas y salimos corriendo. Es cierto que me advirtió que mirara hacia el frente, que mejores cosas vendrían para nosotros. Pero no crean que fue tan fácil abandonar así como así el lugar en el que viví durante tanto tiempo. De todas formas, si le hubiera hecho caso a Lot, estaría con él y no convertida en esta puta estatua de sal.
Lea, además
BIOGRAFÍA DE ESTEBAN DUBLÍN
Pasé por aquí, leí y me encantó.
ResponderEliminarEl del suicida no es un cuento; es la realidad de sus supervivientes.
Gracias por el buen rato que me hizo pasar. Volveré, sin duda.