MADRE
Al cabo de un mes recibí la urna con las cenizas de mi madre, la llevé a casa de mi tío y al entrar en su jardín, él exclamó a grito pelado… Hermanita mía, ¡ayayay!, qué manera de volver.
Bohumil Hrabal
Una soledad demasiado ruidosa
Buenos Aires, Ediciones Destino, 1990
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