William Somerset Maugham
UNA MUJER DESGRACIADA
Era rica, admirada, tenía éxito y muchos amigos. Hubiera podido ser una mujer feliz, pero no lo era; era desgraciada, nerviosa, descontenta. Los sicoanalistas no podían hacer nada por ella. No podía decirles lo que tenía porque ella mismo lo ignoraba. Iba en busca de su tragedia. Entonces se enamoró de un aviador, mucho más joven que ella, y fue su amante. Era piloto de pruebas y un día, mientras ensayaba un motor, éste sufrió una avería y el avión se estrelló. Murió ante sus ojos. Sus amigos temieron que se suicidase. Pero nada de esto. Fue feliz, engordó y estuvo contenta. Ya tenía su tragedia.
W. Somerset Maugham
Carnet de un escritor
Plaza & Janes, Barcelona, 1961, p. 291
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