viernes, 31 de marzo de 2017

Triunfo Arciniegas / Samaritana

Labial
Museo de Louvre, París, 2017
Foto de Triunfo Arciniegas


Triunfo Arciniegas
SAMARITANA

Ofrece su cama a los extraños y luego cambia las sábanas con asco infinito.

París, 2017


miércoles, 22 de marzo de 2017

Albert Cohen / Spot



Albert Cohen
Spot


Hace unos días leí en el Daily Telegraph (lo compro de vez en cuando para no perder contacto con Inglaterra) que Spot, un bastardo negro y blanco, acostumbraba a ir a esperar a su amo cada tarde a las seis, a la parada del autobús, en Sevenoaks. (Demasiadas a. Revisar la frase.)Bien, pues el miércoles por la tarde, como no bajó su amo del autobús, Spot no se movió de la parada y se pasó toa la noche esperando en la carretera, en medio del frío y la niebla. Un ciclista que lo conocía bien, y que lo había visto poco antes de las seis, se lo encontró a las ocho de la mañana del día siguiente, sentado en el mismo sitio, aguardando pacientemente a su amo, pobrecillo. Al ciclista le dio tanta pena que compartió sus bocadillos con Spot y se apresuró a dar aviso al instructor de la Sociedad Protectora de Animales de Sevenoaks. Tras indagarse, se averiguó que el dueño de Spot había muerto de repente en Londres el día anterior, fulminado por un ataque al corazón. El períodico no daba pormenores. 

Albert Cohen
Bella del Señor
Anagrama, Barcelona, 1987, p. 13




lunes, 13 de marzo de 2017

JPB / El hilo rojo


JPB
EL HILO ROJO

Fue la abuela la que me contó la leyenda de la Fuente la Vega. Por lo visto, dentro de la fuente vive una ninfa que se dedica a pescar niños. Cuando nota que andan cerca, arroja un hilo rojo desde dentro. Si algún niño curioso coge el hilo, se le arrolla al brazo con fuerza, como un tentáculo de lana, y la ninfa lo arrastra a lo hondo de la poza.

En mi última visita al pueblo me decidí a acercarme hasta la Vega. Fue muy decepcionante. La famosa fuente no es más que un abrevadero de ganado, cubierto de verdín y rodeado de bostas. La ninfa tampoco era nada del otro mundo. Una vez que las metes en formol son todas parecidas.


JPB nació en Valladolid,, España, en 1981. Doctor en Filología Clásica por la Universidad de Valladolid. Actualmente trabaja como Teaching Assistant en la University de Iowa, en Iowa City (EE.UU.). He publicado los poemarios 'Lugares comunes' (Sevilla, Universidad de Sevilla, 2008) y 'La Nave' (Almería, El Gaviero, 2012).



miércoles, 8 de marzo de 2017

JPB / Once metros



JPB
Once metros

Y entonces, justo entonces, justo antes de que las puntas enguantadas de tus dedos se estiren hasta el límite, justo antes de que rocen el balón apenas de pasada pero lo suficiente como para hacer que éste se desvíe y que se estrelle contra el poste, entonces, justo entonces, comprendes que todo esto ya ha pasado, que no estás ya debajo del larguero, que el cuero dirigido hacia tu cuerpo ya no es cuero, sino plomo, que, en fin, no va haber forma de que puedas parar este último disparo.



domingo, 5 de marzo de 2017

Alvaro Menén Desleal / La apuesta



Álvaro Menén Desleal
La apuesta

—¿Por qué no va a ser posible tirarse por la ventana desde el décimo quinto piso de este hotel, y sobrevivir? ¡Vamos, claro que es posible!


Hacemos, pues, la apuesta, y mi amigo parece asustarse un tanto por el cariz que van tomando las cosas. Yo no espero a que se arrepienta y me lanzo por la ventana. Allá abajo, los pequeños automóviles, ocupados por hombres más pequeños, pasan sin advertir mi caída. En uno de los giros que da mi cuerpo incontrolable, veo la cara de mi amigo, pálida, desencajados los ojos.


Luego, doy de espaldas sobre las baldosas. Al ruido, tres señoras gritan y ven que me estrello; pero yo me levanto, sacudo mis ropas y con la mano saludo a mi amigo, que sigue allá, en la ventana de nuestro cuarto del décimo quinto piso.




sábado, 4 de marzo de 2017

JPB / Cámara de gas


JPB
Cámara de gas

Al principio fue algo breve y nebuloso, más cercano al tacto o al olfato que a la vista. De pronto, subiendo la escalera, un peso terrorífico en las manos, como si en lugar de fruta y mortadela hubiera piedra y yunques en las bolsas de la compra, y luego un gusto a barro y sangre seca al fondo de la lengua. O, en el trastero, sentir durante dos o tres segundos las manos atadas a la espalda y un agua helada hiriendo los tobillos.

Después se fue volviendo más preciso, más largo, más frecuente. Recuerdo el coche convirtiéndose en un tren, la ventanilla en un hueco entre dos tablas, la calle y los semáforos en los campos helados de Polonia. Por fin irrumpió en casa: mi cuarto se fue haciendo un barracón, mi cama una litera compartida con seis presos escuálidos.

El último lugar ha sido el baño. Mañana, cuando encuentren mi cuerpo en la bañera, dirán que fue un desmayo y que me ahogué. Y no podrán saber, como yo sé, que no va a ser el agua lo que anegue mis pulmones, ni la pera de mi ducha la que miren mis ojos antes de nublarse.


miércoles, 1 de marzo de 2017

JPB / Hic sunt leones



JPB
Hic sunt leones

Hic sunt leones, dijo el estudioso, satisfecho tras descifrar por fin la inscripción casi borrada por la erosión y el tiempo. Al día siguiente encontraron sus restos los cuidadores del zoológico.