UNOS DIENTES MUY FINOS
Se sabe de un viajante de comercio a quien le empezó a doler la muñeca izquierda, justamente debajo del reloj de pulsera. Al arrancarse el reloj, saltó la sangre: la herida mostraba la huella de unos dientes muy finos.
Julio Cortázar
"Instrucciones-ejemplos sobre la forma de tener miedo"
Historias de cronopios y de famas
Cuentos completos, Volumen I
Madrid, Alfaguara, 1994, p. 410
MESTER DE BREVERÍA
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