Julia Otxoa
CONSEJO PARA LA ATENCIÓN
DE EBONITAS EMBRIAGADAS
Cuando las ebonitas se embriagan nunca hay que tratar de ponerles sobre los hombros un echarpe ya que entonces corren un grave peligro de sufrir una eclampsia, en esos momentos lo mejor es conservar la calma y si se tiene a mano un eclímetro medir el grado de alcohol de sus pensamientos, siempre teniendo en cuenta que las efulgencias de los dulcísonos pueden producir fuertes escalofríos en las ebonitas haciendo temblar entonces toda la coreografía del cubilete.
Para prevenir este tipo de accidentes, amárrense los alcoholizados pensamientos a la firme construcción de una consuelda, y espérense cinco minutos hasta que las ebonitas canten, entonces habrá pasado el peligro. Intactas las coreografías.
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