jueves, 30 de enero de 2014

Luciano G. Egido / Desnudo


Luciano G. Egido
DESNUDO


Lo más profundo del ser humano es la piel.
Paul Valery

Le dije: “Desnúdate”. Y ella me dijo: “¿Tan pronto?”. Y yo le dije: “Entiéndeme; lo que quiero decirte es que me hables de ti”. Y ella me dijo: “Entonces, mejor será que me desnude”.



Luciano G. Egido
Cuentos del Lejano Oeste

Tusquets.  Barcelona, 2003






sábado, 25 de enero de 2014

Slawomir Mrozek / El funeral

El ángel herido
Haavoittunut enkeli
Hugo Simberg
Slawomir Mrozek
EL FUNERAL

Durante un paseo, me uní a un cortejo fúnebre. Siempre anima más que vagar uno solo y sin rumbo. No sabía a quién estaban enterrando, pero ¿qué importaba? Nosotros, los humanos, formamos todos una gran familia.



Además, siempre se puede preguntar. Mi vecino de la izquierda del cortejo tampoco lo sabía.

—Voy a la tintorería a recoger un pantalón. He visto un funeral y puesto que me pilla de camino me he unido. Sólo hasta la esquina y después tuerzo.

Pregunté, pues, al vecino de la derecha.

—¿Que de quién es el funeral? Y yo qué sé, ¿acaso muere poca gente? El banco no abre hasta las nueve, así que tengo un poco de tiempo todavía.

El tercero, que caminaba unos pasos atrás, tampoco era capaz de informarme.

—Yo no soy de aquí, soy un simple turista. Pero pregunte a esa señora con velo negro, la que camina detrás del féretro. Tiene pinta de ser la viuda y debe de saberlo.

En ese momento empezó a llover y abandoné el cortejo. No voy a mojarme por alguien a quien ni siquiera conozco personalmente.


Slawomir Mrozek
La mosca
Acantilado, Barcelona, 2005.







miércoles, 22 de enero de 2014

Julia Hartwig / Mujeres sentadas


Julia Hartwig
Mujeres sentadas
Traducción de Abel Murcia

Había unas mujeres sentadas tomando café.
A mí me arrancaron las uñas - dice una.
A mí me tuvieron bajo un reflector.
A mí durante dos días me estuvo cayendo una gota de agua en la frente.
A mí me destrozaron los riñones.
A mí me mataron a un hijo y quemaron a mi padre.
Simples mujeres de Varsovia.


De 
Hablándome no sólo a mí misma. 
Poemas en prosa





martes, 21 de enero de 2014

Pere Calders / Cuestiones de trámite


Pere Calders
CUESTIONES DE TRÁMITE

Le dijeron al reo que tenía el derecho de una última voluntad, pero él contestó que pasaba, porque no se pondrían de acuerdo.




miércoles, 15 de enero de 2014

Pere Calders / Balance

Fotografía de 

Pere Calders

BALANCE

Cuando estaba a punto de sacar el cubo, le falló una pierna y cayó al pozo. Mientras caía, le pasó aquello tan conocido de ver de un vistazo toda su vida. Y la encontró lisa, igual y monótona (dicho sea entre nosotros), de manera que se tragó el agua de ahogarse con ejemplar resignación.




domingo, 12 de enero de 2014

Pere Calders / Reciprocidad


Pere Calders
RECIPROCIDAD

Uno de los grandes enamorados que registra la Historia (aunque de momento no lo parezca), fue Luis XVI, que perdió la cabeza por María Antonieta. Pero tuvo la suerte, en medio de su desgracia, de ser correspondido en la misma medida por su amada.




jueves, 9 de enero de 2014

Pere Calders / Espejo del alma


Pere Calders
ESPEJO DEL ALMA

No nos habíamos visto nunca, en ningún sitio, en ninguna ocasión, pero se parecía tanto a un vecino mío que me saludó cordialmente: él también se había confundido.




lunes, 6 de enero de 2014

Pere Calders / Copyright

Hombre joven sentado
Vicente López
Pere Calders
COPYRIGHT

Alguien me ha hecho a mi y he sido vendido. Nunca he podido saber quien ha cobrado los derechos de autor ni si ha sido un buen o mal negocio.





viernes, 3 de enero de 2014

Pere Calders / Venimos del polvo


Pere Calders
VENIMOS DEL POLVO

Excavaron enfrente de su casa. No querían decirle si hacían una piscina o la base de una glorieta. “Se trata de una sorpresa”, respondían a cada una de sus preguntas. Y lo fue, porque cuando completaron las medidas le dieron aquello que se llama cristiana sepultura.






miércoles, 1 de enero de 2014

Pere Calders / Ars poética


Pere Calders
ARS POÉTICA

Le salió una rima preciosa, de esas que pueden salvar un poema. Pero había nacido viuda, abandonada de pareja que la justificara, y se quedó sola al final de la raya, sin que ninguna ley métrica acudiera a su socorro. Si no se encuentra remedio, cosas así nos amargarán la vida.