Fotografía de Brigitte Niedermair |
DUERMEVELA
Un cuerpo claro se desplaza limpiamente en el cielo. Usted enciende sus motores y despega vertical. Ya en plena aceleración, corrige su trayectoria y se acopla con ella en el perigeo.
Hizo un cálculo perfecto. Se trata de un cuerpo de mujer que sigue como casi todas un órbita elíptica.
En el preciso momento en que los dos van a llegar a su apogeo, suena el despertador con retraso. ¿Qué hacer?
¿Desayunar a toda velocidad y olvidarla para siempre en la oficina? ¿O quedarse en la cama con riesgo de perder el empleo para intentar un segundo lanzamiento y cumplir su misión en el espacio?
Conteste con toda sinceridad. Si acierta le enviamos a vuelta de correo y sin costo alguno, la reproducción de un cuadro que Marc Chagall ha pintado especialmente a todo color para los lectores interesados en el tema.