domingo, 31 de julio de 2011

Raymond Carver / Ni más ni menos

Nighthawks, 1942
David Hopper
The Art Institute of Chicago, Friends of American Art Collection

Raymond Carver

NI MÁS NI MENOS

Levanté la mirada, y Amanda se puso a dar vueltas al café con la cucharilla. Siguió haciéndolo. Le toqué la mano, y la cucharilla se le cayó de los dedos. La recogió, siguió usándola. Éramos como cualquier pareja anónima que toma café bajo las luces fluorescentes de un cafetucho urbano. Una pareja cualquier, ni más ni menos. Le tomé una mano a Amanda y la retuve entre las mías. Y fue como si algo cambiara.


miércoles, 27 de julio de 2011

Raymond Carver / Vicky

Excursion into Philosophy, 1959
Edward Hopper
Raymond Carver
VICKY

Luego, hace aproximadamente un año, supe que Vicky se veía con otro hombre. Cuando me enteré, en lugar de enfrentarme a ella, me metí en la cama y me quedé acostado días y días; quizá una semana, no estoy seguro. Bueno, me levantaba para ir al baño, o a la cocina a hacerme un bocadillo. O incluso a la sala por la tarde, en pijama, a intentar leer el periódico. Pero me quedé dormido. Al rato me revolvía en el sillón, abría los ojos y volvía a la cama a seguir durmiendo. Necesitaba más y más sueño.


viernes, 22 de julio de 2011

Alexandra David-Néel / Glotonería mística

Animación de Triunfo Arciniegas a partir de un dibujo ajeno
Alexandra David-Néel
GLOTONERÍA MÍSTICA

A orillas de un río, un monje tibetano se encontró con un pescador que cocía en una marmita una sopa de pescados. El monje, sin decir palabra, se bebió la marmita de sopa hirviendo. El pescador le reprochó su glotonería. El monje entró en el agua y orinó: Salieron los peces que había comido y se fueron nadando.

Alexandra David-Néel, Parmi les mystiques et les Magiciens du Tibet, 1929
Borges, Casares, Ocampo. Antología de la literatura fantástica. Buenos Aires, Sudamericana, 1940.  



martes, 19 de julio de 2011

Jean Cocteau / El gesto de la muerte


Jean Cocteau
EL GESTO DE LA MUERTE

Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
-¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le presta su caballo. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
-Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
-No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahan esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.




Beidhawi

LA SORPRESA

Una vez Asrael, el ángel de la muerte, entró en casa de Salomón y fijó su mirada en uno de los amigos de éste.
   El amigo preguntó:
   –¿Quién es?
   –El ángel de la muerte –respondió Salomón.
   –Parece que ha fijado sus ojos en mí –continuó el amigo–. Ordena entonces al viento que me lleve consigo y me pose en la India.
    Salomón así lo hizo. Entonces habló el ángel:
  –Si lo miré tanto tiempo fue porque me sorprendió verle aquí, puesto que he recibido orden de ir a buscar su alma a la India, y, sin embargo, estaba en tu casa, en Canaán.


sábado, 9 de julio de 2011

Eduardo Galeano / La historia que pudo ser


Eduardo Galeano
LA HISTORIA QUE PUDO SER

Cristóbal Colón no consiguió descubrir América, porque no tenía visa y ni siquiera tenía pasaporte.
A Pedro Alvares Cabral le prohibieron desembarcar en Brasil, porque podía contagiar la viruela, el sarampión, la gripe y otras pestes desconocidas en el país.
Hernán Cortés y Francisco Pizarro se quedaron con las ganas de conquistar México y Perú, porque carecían de permiso de trabajo.
Pedro de Alvarado rebotó en Guatemala y Pedro de Valdivia no pudo entrar en Chile, porque no llevaban certificados policiales de buena conducta.
Los peregrinos del Mayflower fueron devueltos a la mar, porque en las costas de Massachusetts no había cuotas abiertas de inmigración.

jueves, 7 de julio de 2011

Alberto Barrera / Cigarras y hormigas


Alberto Barrera
CIGARRAS Y HORMIGAS

Durante ese verano, ese otoño y esa primavera la cigarra cantó, leyó libros maravillosos, se hinchó de frutas de comarcas lejanas, fornicó y bebió hasta desfallecer, durmió sobre el humo de las ramas del sauce. Mientras, la hormiga —que sabe leer y conoce la historia— saqueó con su modestia la montaña, llenó de hojas, migajas y restos de vecinos muertos toda su cueva. Meticulosa, la hormiga pasó el año ahorrando para cuando el viento y la lluvia feroz.
Y llegó el invierno (como suele suceder en la literatura y en el mundo) y arrasó con todos los planetas. Del reino sólo quedaron raíces y hojas de plátano, susurros atrapados bajo el hielo, cadáveres simples y pequeños (cigarras y hormigas, por ejemplo).


martes, 5 de julio de 2011

Julio Cortázar / Instrucciones para llorar


Fotografía de Brigitte Niedermair

Julio Cortázar
BIOGRAFÍA
INSTRUCCIONES PARA LLORAR

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza.
El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará  con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro.
Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto.
Duración media del llanto, tres minutos.